lunes, 30 de junio de 2014

LA VIDA EN EL JARDIN



En la actualidad, los niños entre 1 y 5 años tienen menos opciones de relacionarse con pequeños de edades cercanas, pues muchos de ellos no tienen hermanos, ya que las familias no son tan extensas ahora como lo eran en otras épocas. Por ello, el hecho que el niño forme parte del jardín desde una edad muy temprana es fundamental para su socialización y para el desarrollo de su lenguaje, y socializar es la clave para el desarrollo integral.

El niño desde que se encuentra en contacto con otros, aprende una infinidad de cosas las cuales son esenciales para el, como por ejemplo: aprender a compartir, a esperar su turno, a utilizar los buenos modales; les ayuda a resolver conflictos de manera creativa mediante situaciones de juego que impliquen la reflexión, la explicación y la búsqueda de soluciones a través de estrategias o procedimientos propios y su comparación con los utilizados por otros. Todos estos son procesos no se dan o no se llegan a desarrollar si el niño permanece en casa.
El jardín de niños le da la oportunidad a los pequeños para desarrollar sus habilidades cognitivas, comunicativas y motrices que favorecen su desarrollo social, y estas habilidades van interrelacionadas; sin embargo, la educación no es sólo un proceso en el que se satura al niño de conocimientos, sino también es la oportunidad para que se integren y forme parte de un grupo.
Significa que mediante su desenvolvimiento el niño va encontrando las herramientas y recursos necesarios para aprender como enfrentarse y adaptarse a su nuevo mundo.
Un punto a favor del niño dentro de esta etapa es que desarrollan su autoconcepto y se convierten en personas independientes.
El niño socialmente es sensible, adquiere confianza en sí mismo y es independiente de los padres.
También experimenta, reconoce y estructura su inquietud para conocer el mundo que le rodea y así establecer sus relaciones interpersonales que le permitirán comunicarse con sus pares y con los adultos.
En la etapa preescolar logran un amplio repertorio emocional que les permite identificar en los demás y en ellos mismos diferentes estados emocionales: alegría, temor, ira, vergüenza, entre otras, y paulatinamente van desarrollando su inteligencia emocional para funcionar de manera más autónoma en la integración de sus pensamientos, relaciones y sentimientos.
Van regulando dichas emociones aprendiendo a interpretarlas, expresarlas y darles significado a fin de controlar impulsos, enriquecer sus relaciones en el ambiente social hasta lograr su autocontrol y autonomía.
Lo señalado anteriormente son algunas de las tantas ventajas que los niños desarrollan en esta etapa.
Como padres, el mejor regalo que podemos hacerles es de aportar por una institución de calidad, con un personal capacitado y dispuesto a potenciar todas las destrezas y habilidades de nuestros niños.
Como padres sabemos también que es mucha preocupación que se siente al dejar nuestros más valiosos tesoros en terceras manos; pero estamos seguros que si logramos que nuestros hijos conozcan contextos diferentes al hogar, el precia será lograr desarrollar niños completamente independientes, seguros de sí mismos e inteligentes, no sólo cognitivamente sino también emocionalmente.
“En el jardín, los pequeños se integran, se relacionan y se aceptan con mayor conciencia y reconocen que son diferentes a otros”

2 comentarios:

  1. El jardín es el espacio ideal que ayuda a los niños y niñas a enriquecerse en sus diferentes áreas personal , comunicación, matemática,conciencia cívica me parece muy acertada la publicación " La vida en el Jardín" felicitaciones.

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  2. El jardín es el espacio ideal que ayuda a los niños y niñas a enriquecerse en sus diferentes áreas personal , comunicación, matemática,conciencia cívica me parece muy acertada la publicación " La vida en el Jardín" felicitaciones.

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